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Descargando los prejuicios: barreras de actitud

Publicado
noviembre 12, 2021
Temas
Crianza

El mayor desafío para las personas con discapacidades no suele ser la discapacidad en sí, sino las barreras de actitud impuestas por otros. Las “barreras de actitud” son formas de pensar o sentir que resultan en actitudes que limitan el potencial de las personas con discapacidades para que lleguen a ser personas independientes.

Generalizar

  • Negar la naturaleza única de los niños como personas o individuos y solo fijarse en su discapacidad.
  • Incapacidad de identificar las fortalezas de los niños al solo fijarse en un comportamiento dado.
  • Asumir que un niño representa a (o es simplemente como) todos los niños con esa específica discapacidad/clasificación.
  • No contemplar al estudiante en su totalidad: poner demasiado énfasis en la discapacidad e ignorar otros elementos de su vida como emociones, relaciones, aprendizaje y decisiones.
  • No contemplar la diversidad de discapacidades y la diversidad de niños que pueden compartir dicha discapacidad.   
  • Buscar una sola respuesta apropiada sobre cómo actuar con los niños con discapacidades; sin reconocer que cada persona se encuentra en un lugar único  con su propio proceso e identidad.

Desempoderamiento

  • Asumir que los niños con discapacidades no saben lo qué es mejor para ellos.
  • No escuchar a los niños con discapacidades o no creer sus experiencias.
  • Imponer “ayuda” en lugar de ofrecerla y, por consiguiente, cancelar su autonomía de elección.
  • Retener la autoridad y/o información que permitiría a un niño con discapacidad tomar sus propias decisiones.
  • No hablar directamente con el niño. Hablar con otros del niño en su presencia.
  • Evitar el contacto visual.

Usar lenguaje opresivo

  • Usar palabras como “vago”, “tonto”, “lento”, “incapaz”.
  • No respetar o empoderar a los niños para que se identifiquen a sí mismos. Un buen ejemplo es usar un vocabulario donde la persona va primero: “Tengo un IEP”, “necesito tiempo extra” o “tengo una discapacidad”.
  • Usar la “palabra que comienza con r”.
  • Describir su comportamiento o a los mismos niños de una manera negativa: es decir, “se puede decir que algo está ‘mal’ o extraño'”.
  • Descartando a estudiantes por el mero hecho que tienen una discapacidad, en vez de explorar opciones para que las actividades sean accesibles.

Segregación

  • Formar grupos para que los niños trabajen en equipos selectos según su discapacidad o su supuesta capacidad.
  • Asumir que los niños con discapacidades deben relacionarse, trabajar o aprender solo con otros niños con discapacidades.
  • Programar específicas actividades accesibles en vez de hacer que todas las actividades sean accesibles.

Sobreproteger

  • Tener expectativas más bajas para estudiantes con discapacidades o dar trabajos que sean demasiado fáciles.
  • Minimizar comentarios/criticas constructivas por miedo a una reacción.
  • Tomar decisiones por los niños con discapacidades en vez de apoyarlos para que tomen sus propias decisiones.
  • Excluir intencionalmente a un niño con discapacidad para protegerlo o por temor a que sea acosado o excluido por sus compañeros.