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Querido Chris: una carta para mi hermano

Publicado
abril 9, 2020
Por
Beth Ebert
Tipo
Voces de la comunidad
Una mujer joven lleva una toga y birrete de graduación con una estola de oro. Ella está atrapada entre sus dos hermanos sonriendo exuberantemente.

Para mi hermano que estás en el espectro autista: mi vida es diferente gracias a ti. 

Ni siquiera sabía que tenías una discapacidad hasta que otras personas me lo hicieron saber. Para mí, solo eras mi hermano mayor de gran energía, que se frustraba fácilmente y de buen corazón. Toda mi vida he sido testigo del acoso escolar, la opresión sistémica y la falta de apoyo y asistencia que sufres. Siento la responsabilidad de protegerte y he pasado por alto los sentimientos de resentimiento cuando nuestros padres y familiares me preguntan cómo estás, en vez de preguntarme cómo estoy yo. Mi amor por ti y mi deseo de ayudarte a mover cada obstáculo al que te enfrentas es la justificación por la que te tomo en cuenta en cada decisión importante que tomo en mi vida. 

Obtuve mi maestría en Trabajo Social porque tu acceso a la vida independiente que deseas está limitado por los sistemas con fallas en los que te ves obligado a vivir, y quería aprender a arreglar eso para ti. Desde entonces, mi misión es encontrar la manera de conectar a las personas con discapacidades con empleos más sostenibles y equitativos. Cuando esa misión me llevó a la ciudad de Nueva York (New York City, NYC), me sentí culpable por haberme mudado, pero sé que estás seguro y saludable donde estás y siempre has sabido que estoy a una llamada de distancia. 

Mi futuro es difícil de imaginar porque asegurar tu futuro es una gran prioridad para mí. Tengo toda la intención de ser tu principal tutora a medida que envejecemos, por lo que mi vida (esposo, hijos, ubicación o carrera) debe acomodarse a eso. Una parte de mi futuro que es fácil de imaginar es que siempre serás una parte positiva de él. Como mi hermano, me has enseñado mucho sobre cómo amar los diferentes aspectos de otra persona. Me has enseñado a considerar nuevas perspectivas y a perseverar. Me has enseñado a ser chistosa y a ser yo misma. Me has enseñado a no tener miedo de lo que es diferente, sino a amar y alegrarme de lo que es diferente. 

Como tu hermana, he aprendido que está bien exigir algo de atención para mí. Está bien buscar mi propio sistema de apoyo y atender mis propias necesidades. He aprendido que no puedo protegerte de todo, al igual que tú no puedes protegerme de todo. He aprendido que nuestros padres pueden saber lo que es bueno para ti (a veces) y he practicado dejar que otros te ayuden, para poder cuidar de mí misma. He aprendido que tú y yo nunca dejaremos de aprender a ser buenos hermanos el uno para el otro y he aprendido que eres el mejor regalo que una hermana podría pedir.  

Para mi hermano mayor que está en el espectro autista: mi vida es mejor gracias a ti.