Historias de hermanos: Sammy y Ali

Mi hermana, Ali, que es catorce meses menor que yo, es la persona más trabajadora, resistente y compasiva que he conocido. Puede hacer reír a cualquiera, su presencia ilumina cada habitación en la que entra y solo pensar en su sonrisa me hace sonreír. Es terca en el buen sentido de la palabra y muy divertida. Ali es inteligente, ingeniosa, cariñosa, amigable y decidida. Hay una cosa más: Ali tiene síndrome de Down. Ahora, menciono esto último porque, aunque es parte de su persona, no la define. Veo mucho más que un cromosoma extra cuando la miro. Veo a mi mejor amiga.

Ali siempre ha sido más cariñosa que yo. Mis padres siempre dicen que cuando yo era más chica, solo me gustaba acurrucarme con ellos cuando tenía fiebre. Ali era exactamente lo contrario, abrazándome a mí y a la familia en cualquier oportunidad que tuviera. Al observar a Ali, he aprendido poco a poco a revelar mis emociones, mostrar afecto y dejar que los demás sepan lo que estoy sintiendo. Aunque mi hermana es más joven que yo, tiene 15 años, ha sido mi modelo a seguir y me ha enseñado lo que realmente significa la empatía: genuinamente ponerte en el lugar de los demás y comprender lo que están viviendo. En la infancia, cuando me caía y me raspaba una rodilla o me golpeaba un dedo del pie, ella estaba ahí conmigo, al borde de las lágrimas, sintiendo exactamente lo que yo estaba sintiendo. Aunque nunca tuvo ningún dolor físico, le preocupaba pensar en el dolor de alguien más.

Ali encarna las definiciones de empatía, bondad y compasión, y me ha motivado a retribuir. Comencé a hacer voluntariado en Gigi’s Playhouse, una organización que busca la aceptación de todos y proporciona recursos para personas con síndrome de Down. Conocer a los niños en Gigi’s Playhouse a través de clases de cocina, clases de baile y sesiones de conversación me ha expuesto a una gran cantidad de personas nuevas con personalidades con mucha energía y muchas cosas para compartir con el mundo. Gracias a esta experiencia, he ganado aún más paciencia, comprensión y aprecio por una comunidad de personas increíbles como mi hermana.

Ali también me ha inspirado a impulsar la inclusión en mi propia secundaria. Cuando me enfrenté a la tarea de elaborar un plan de acción en una clase llamada Global Scholars, inmediatamente pensé en mi hermana. Sabía que existía mucha discriminación contra las personas con discapacidades en nuestro mundo, especialmente durante la pandemia, y decidí hacer algo al respecto. Investigué el impacto de la pandemia en los estudiantes con discapacidades, realicé entrevistas e intercambié ideas. Finalmente decidí crear una página de Instagram que generara conciencia sobre este tema que ha llegado a mi comunidad escolar, a personas con discapacidad y a muchas otras personas más. También creé un sitio web donde comparto videos instructivos para ayudar a los estudiantes con discapacidades y sus familias en mi distrito escolar a aprender a usar las múltiples aplicaciones necesarias para el aprendizaje.

Decidí hacer mi práctica profesional en INCLUDEnyc por varias razones. La primera es que mi papá es miembro del Directorio. Yo no solo quería aprender más sobre la organización que tanto le importa, sino también ayudar en todo lo que pudiera. La otra razón es que quería ser parte de algo que ayudase a personas como mi hermana de varias maneras. Ha sido una experiencia increíble y me hace muy feliz pensar que el trabajo que he realizado mejorará la vida de tantas familias.

Tener a Ali como hermana ha mejorado mi vida de muchas formas. He aprendido mucho de su fuerza y ​​su compasión. Ella me obliga a actuar como si alguien siempre me estuviera mirando (¡y la verdad es que ella siempre lo está!). Me ha ayudado a convertirme en una persona más comprensiva, paciente y responsable. Y finalmente, me ha enseñado a amar incondicionalmente y con todo mi corazón.

Sammy Glusky es practicante de comunicaciones en INCLUDEnyc y estudiante de último año en Byram Hills High School.